Cómo reciclar residuos en la industria eléctrica
Participar de la economía circular garantizando una segunda vida a todos los productos, bienes o materiales que empleamos en la actividad industrial ya no es una opción, es una necesidad. Gestionar, transportar y tratar aquellos otros de carácter “peligroso” que no pueden ser reutilizados, también. Pero ¿cómo reciclar residuos en la industria eléctrica?
Lo primero que debemos tener claro es que, en una industria energética, la mayor parte de los residuos que se generan son residuos de tipo inorgánico, es decir, no biodegradables y difícilmente reciclables. De ahí la importancia de abordar adecuadamente su gestión y tratamiento.
Nos referimos, por ejemplo, a escombros o a embalajes. Estos no suelen resultar especialmente dañinos para el entorno, sin embargo, pueden contener elementos tóxicos, convirtiéndose así en residuos peligrosos cuyo proceso es más complicado.
La gestión, el transporte y el tratamiento de este tipo de residuos (sobre todo el tratamiento de residuos peligrosos) está tipificado por ley. De hecho, la normativa al respecto es cada vez más extensa y rigurosa, y las penas por incumplimiento, más elevadas debido al perjuicio medioambiental (pero también para la salud pública) que podría suponer no acatarlas.
Saber cómo reciclar residuos en la industria energética es por tanto no solo un deber moral, sino una obligación legal.
Pero ¿en qué medida puede ahorrar una empresa a través del reciclaje de sus residuos? Hacerlo adecuadamente puede conllevar un ahorro de hasta el 35 % en costes y gastos de gestión.
¿Cómo? A través de la autogestión de los desechos industriales (bien de forma autónoma, bien con ayuda de empresas especializadas) para su reutilización dentro de la planta. Pero no en exclusiva, también mediante la disminución de los mismos a través de procesos productivos más eficaces y sostenibles. E incluso de la estrecha colaboración con los gestores autorizados para la creación de una red que facilite la reutilización de estos desperdicios.
