Cuáles son las averías más comunes en los transformadores eléctricos
Conocer de antemano las roturas más comunes en transformadores eléctricos supone un importante ahorro de tiempo y costes. Por esa razón, saber cuáles son las averías más comunes en los transformadores eléctricos y cómo evitarlas es decisivo para una empresa y su actividad.
Te contamos cuáles con las averías más comunes en los transformadores eléctricos
Los profesionales dedicados al mantenimiento de equipos en industrias eléctricas son capaces de anticiparse a dichos contratiempos. Es decir, de actuar ante cualquier indicio para salvar la vida de ese transformador eléctrico o, al menos, de restituirlo a tiempo.
Sin embargo, no se trata de una tarea sencilla. Existen varios tipos de transformadores dependiendo de su utilidad (de potencia para subestaciones, de intensidad, de tensión, de conexión en V, de iluminación, autotransformadores, aislamiento seco, de expansión, etc. ) y su complejidad varía así como sus averías más recurrentes y posibles soluciones.
Las averías más frecuentes para muchos de ellos son:
- Accionamiento de la protección que señala la sobre intensidad por un cortocircuito o rotura del devanado por un fallo dieléctrico (elevado voltaje que acaba en cortocircuito por la caída de un rayo o un pico de tensión), térmico (deterioro por resistencia), mecánico (por un mal reemplazo, aflojamiento, error de fabricación, desplazamiento por vibración, etc.).
- Salto del diferencial mientras el transformador está en funcionamiento por avería en los transformadores de intensidad.
- Alarma por excesiva temperatura ante el funcionamiento incorrecto del termómetro, temporalización defectuosa, ausencia de aceite de refrigeración (o falta de reemplazo), daños en el papel aislante, subida de voltaje, mala presión en las conexiones eléctricas de los terminales, desgaste de los ventiladores u otros componentes del sistema de refrigeración.
- Tensión errónea por rotura de un devanado o fundido de un fusible.
- Condensadores desgastados en el motor que dan lugar a un fallo en el cambiador de tomas.
Cómo anticiparse a estas averías con un buen plan de mantenimiento
Como vemos, la mayoría de las averías se producen por problemas eléctricos, derivados de una mala conexión, o una elevada temperatura cuyo origen ha de ser determinado para poder encontrar la salida más adecuada. Generalmente la prevención es la mejor solución.
Pero ¿cómo evitar todas estas averías? La solución radica en la puesta en marcha de un plan de mantenimiento preventivo y predictivo que posibilite la anticipación del servicio profesional encargado de la supervisión. Un equipo capaz no solo de anticiparse, sino de actuar en caso de fallo grave.
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