Técnicas de recuperación de residuos orgánicos
[entradilla] Los residuos orgánicos representan un gran porcentaje de los residuos que generamos en el mundo. Estos residuos pueden tener dos destinos totalmente diferentes, con consecuencias que nada tienen que ver entre ellas. [/entradilla]
Las técnicas existentes para la recuperación de residuos orgánicos.
Hasta hace pocos años, los residuos orgánicos se llevaban a su eliminación, generando grandes cantidades de gases de efecto invernadero. Debemos diferenciar correctamente de entrada, qué es un residuo orgánico y qué es un residuo inorgánico.
Aprovechando la gran cantidad de nutrientes que poseen los residuos orgánicos, y para evitar el efecto nocivo en la naturaleza, existen otras alternativas mucho más sostenibles. En lugar de transportar los residuos orgánicos a que sean eliminados, se puede optar por devolverlos al ciclo de la economía. La recuperación de los residuos orgánicos se puede dar mediante dos procesos:
La Biometanización
Es un proceso biológico, donde se somete al residuo orgánico a un proceso de fermentación biológico, artificial y acelerado, en ausencia de oxígeno. En este proceso, la materia orgánica se descompone gracias a las bacterias. Se obtiene como resultado, la generación de una mezcla de gases, en la que el metano y el dióxido de carbono tienen una presencia del 99%. Ese metano generado por el proceso anaeróbico, tiene un alto poder calorífico, que permite obtener energía. El resultado es el biogás, un combustible de origen renovable. Si, además, sometemos a ese biogás a un proceso de limpieza y concentración, obtenemos biometano, un combustible de origen renovable que comparte características y aplicaciones con el gas natural de origen fósil.
El compostaje
Es un proceso biológico, en este caso aerobio. Se muele la materia orgánica, y se coloca en montones o hileras de varios metros. Las hileras se voltean, para evitar la ausencia de oxígeno, por lo tanto, su fermentación anaeróbica. La humedad y la temperatura son factores clave para éxito del proceso. La primera siempre ha de ser menor de un 80%, pero se considera óptimo entre el 30 y el 65%. En cuanto a la temperatura, suele ser de unos 55oC en los primeros volteos, y de 25oC en cuanto termina la fermentación. Para finalizar, se somete a un proceso de cura, para apartar fracciones no deseadas, como trozos de vidrio, resto de materia, parte metálicas etc. que pudieran haber quedado. Después de todo este proceso, conseguimos compost. Un fertilizante biológico, que puede sustituir a los químicos, obteniendo incluso mejores resultados en cuanto a cultivo, y reduciendo el impacto medioambiental.
En Morga industrial, nos encargamos de la gestión integral de los residuos orgánicos. Desde su recogida hasta su valorización.
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